El estrés y la productividad

El estrés y la productividad

Cómo lograr que el estrés no coma terreno a la productividad

5 errores que cometes cuando te tensionas en el trabajo

Cuando el agobio se apodera de nuestro ánimo, la manera en que reaccionamos no hace sino empeorar las cosas.

¿Lo peor? Que en muchas ocasiones no somos conscientes de la forma en que nos destrozamos a nosotros mismos cuando nos sentimos agobiados y somos incapaces de escapa de un bucle infinito que empeora nuestra productividad.

En un artículo para Harvard Business Review Alice Boyes disecciona los principales errores que cometemos cuando el agobio merma nuestra productividad:

 

1. Pensar que no tienes tiempo para emprender acciones

En lugar de ponernos a crear sobre posibles soluciones a nuestros problemas, debemos ponernos manos a la obra y escoger la mejor opción disponible en el momento preciso en que nos encontramos.

Cuando tenemos buenas ideas y no actuamos en base a ellas, se apodera de nosotros un sentimiento de impotencia e incompetencia. Lo mejor es continuar, aunque las acciones que emprendamos no sean lo más ideales.

2. No utilizar el inconsciente lo suficiente

Nuestro inconsciente tiene mucho que decir. Por ejemplo, Cuando caminamos o escuchamos música, nuestra mente tiende a divagar.

Cuando nuestro inconsciente está en modo activo, las soluciones a los problemas que nos estimulan emergen a menudo de manera casi mágica y aquello que debemos priorizar toma forma frente de manera extraordinariamente nítida

3. Interpretar el agobio como signo de flaqueza

En ocasiones nos agobiamos simplemente porque debemos afrontar tareas con las que no estamos suficientemente familiarizados porque el reto que tenemos frente a sí es muy ambicioso y no podemos permitirnos el lujo de hacer un trabajo mediocre. Pero esto no supone tampoco necesariamente un problema.

Por eso es importante reemplazar la autocrítica con un poco de autocompasión y no destruirnos inútilmente.

4. Apostar por defecto por enfoques más rígidos y cuadriculados

Cuando nos afecta la ansiedad, tendemos a ser también más rígidos. Y no consideramos otras opciones, somos menos flexibles a la hora de adaptarnos a la situación y activamos por defecto nuestras formas de hacer de siempre, aquellas con las que nos sentimos más cómodos.

.Cuando estamos agobiados, es importante que adaptemos nuestros particulares modos de hacer a lo que exige la situación. Y si es imposible una adaptación, deberíamos optar quizás por enfoques absolutamente diferentes.

5. Apartar todo posible apoyo de tu lado

Cuando nos encontramos con una situación que nos produce ansiedad, también sentimos que tenemos menos energía. Y esto produce  importantes cambios en nuestro comportamiento emocional que pueden llevarnos a renunciar del apoyo de los que nos rodean.

Apartando de nuestro lado a nuestros seres queridos no hacemos sino autosabotearnos y renunciar a hábitos y rutinas que probablemente tendrían un efecto relajado en nuestra productividad.

By: MarketingDirecto